La península de Samaná y la importancia de conservar los archivos.
Por José C. Novas.
La península de Samaná constituye un claro ejemplo de que sobre la evolución del entorno territorial se debe escribir, publicar y preservar para el beneficio de las futuras generaciones. En los pasados días me he dedicado a revisar algunos libros y archivos relacionados con el pasado colonial de la isla de Santo Domingo y lo que hoy es la península de Samaná.
Entre las curiosidades que observé puse énfasis a la revisión de algunos mapas y dibujos de la isla que fueron plasmados durante los primeros tiempos de la colonización en América. Quise confirmar algo que había leído antes en el sentido de que para aquellos días los terrenos que hoy forman el promontorio donde se ubica la provincia de Samaná, era una isla, y que al parecer para el año 1767 todavía estaba separada del territorio insular, según muestra la gráfica.
Existen relatos de las primeras incursiones coloniales en los que se establece que existía un canal navegable entre lo que hoy es la aldea La Majagua hasta el pueblo de Sánchez, al parecer la actividad tectónica que se producen en la zona, fue acercando la isla de aquellos días hasta que se juntó con la tierra firme y se formó lo que es actualmente.
He querido ilustrar esta nota con dos imágenes cartográficas de dos mapas, uno conservado en Paris y otro en Nueva York, de los cuales el de Paris dice que fue dibujado en 1767, o sea, hace menos de doscientos años, en ambos mapas se puede observar que, para aquellos días, Samaná no era una península, sino una isla de gran tamaño y que estaba separada por un estrecho que desapareció.
Ello demuestra el valor de la conservación de los documentos como es el caso, especialmente aquellos que usados para la navegación durante la primera etapa de la colonia.