Mi versión sobre lo que no se dice de la anexión a España.
Por José C. Novas.
Con el anuncio de la anexión a España el 18 de marzo de 1861 los habitantes del territorio dominicano perdieron la soberanía de la nación proclamada el 27 de febrero de 1844, la movida de la monarquía española fue ejecutada con la esperanza de que se produjera el triunfo de la facción esclavista en la guerra de Secesión que poco antes había estallado en Estados Unidos.
La jugada contó con la simpatía de los sectores dominantes del país bajo el liderazgo del general Pedro Santana, cuyo antihaitianismo lo llevó a ofrecer el territorio dominicano a varias naciones, siempre que no fuera Haití. La presente nota no pretende disminuir la grandeza de los que lucharon o los que ofrendaron sus vidas para que no desapareciera la dominicanidad, pero creo que se impone aclarar algunos puntos en lo que refiere al resultado de la guerra.
El brigadier José de la Gándara y Navarro fue un testigo de primer orden en esos episodios y dejó escrito un diario en el que expuso sus experiencias y su visión que sobre la sociedad dominicana. De igual modo lo hizo el general Gregorio Luperón que era la contraparte del general español en el conflicto dejo su version sobre los hechos, en ambos relatos se exponen puntos de vistas a veces contrapuestos y en ocasiones coincidentes, lo que permite balancear la cronica sobre historia de la restauración. Según el diario de José de la Gándara, “los españoles tenían al frente un clima altamente insalubre, un territorio despoblado y sin recursos, con grandes corrientes en sus ríos y con enormes accidentes naturales que dificultaban los movimientos de las tropas”.
El brigadier de la Gándara planteó: “que el combatiente dominicano no ofrecía por donde herirlo”, y aseguró “que los pobladores de estas tierras podían sobrevivir con un plátano como único alimento al día”. El oficial invasor afirmó “que la resistencia dominicana consideraba que las tropas españolas estaban allí para llevar a cabo una guerra de razas”,
Pocas veces se han tomado en cuenta los factores medioambientales para analizar el resultado del conflicto, cuyo impacto en los invasores fueron determinantes, como la irregularidad geográfica, las corrientes de los ríos, lo impenetrable de sus montañas y por encima de todo ello, las enfermedades tropicales, que diezmaron la efectividad del ejercito español, a pesar de la superioridad en recursos y entrenamiento militar.
En un reporte, contenido en el diario del general de la Gándara atribuido al doctor Federico Illas y Vidal, que se desempeñaba como médico subinspector sanitario de primera clase para la armada española, aseguró “que, desde el 1 de abril hasta el 31 de diciembre de 1861, el total soldados reportados enfermos a los centros de sanidad militar para los españoles en el territorio dominicano sumaba el total de 7,811”.
Los informes del doctor Illas y Vidal daban cuenta que durante ese período murieron mas soldados a causa de las enfermedades tropicales o las inclemencias del clima, que los que perecieron en combates frente a la resistencia armada. Se impone una rectificación sobre los hechos, sin que ello disminuya el heroísmo y la determinación de la resistencia dominicana que restauró la soberanía que aún disfrutamos con sus debilidades.