Te cogieron asando batatas: Un refrán vinculado con la historia.
Por Jose C. Novas.
Te cogieron asando batatas es un adagio de gran incidencia en la cultura popular dominicana. “No dejes que te cojan asando batatas”, significa para nosotros “no dejarse sorprender desprevenido” Son muchos los que lo usan, pero muy pocos saben que su origen, se produjo en una histórica emboscada cerca del paraje La Descubierta, en el entonces Distrito de Neyba, al Sur de la República.
El hecho se produjo 25 de Noviembre 1873 y la cronica que confirma este incidente aparece en la página 188 en el
tomo II en las Notas Autobiográficas y Apuntes históricos del general Gregorio Luperón , libro que relata la vida y luchas del héroe de la guerra de la Restauración; según la cita el refrán nació más o menos así: “Un núcleo guerrillero contra el gobierno de Buenaventura Baez que se movía por las orillas del Lago Enriquillo cerca del paraje La Descubierta, fue sorprendido por una patrulla del gobierno de Báez, en momentos que se proponían preparar algunos alimentos; el grupo guerrillero era dirigido por el general José María Cabral y lo integraban los coroneles Ulises Heureaux, Lorenzo Acosta y los guerrilleros Manuel Belizá, Bernardino Pimentel, Jose de Js. del Cristo y un ciudadano haitiano llamado John Lench. Tras ser atacados en forma sorpresiva los rebeldes huyeron despavoridos, dejando atrás algunas armas, pertenencias, documentos y se dirigieron hacia el poblado llamado entonces Calombié (hoy Bartolomé), alli adquirieron monturas y continuaron la fuga hacia un paraje conocido como Las Lajas en la linea fronteriza, por donde penetraron al territorio haitiano.
El refran nace porque la patrulla atacante envió un mensajero a la comandancia de Neyba a dar la voz de alerta y al llegar a la fortaleza, el mensajero que al parecer no era muy astuto se limitó a decir: “Los cogimos asando batatas” en referencia a los rebeldes, la frase fue interpretada posteriormente como una falta de precaución de parte de los guerrilleros y fue esa ocurrencia la que dio origen al refrán que tanto usamos los dominicanos para referirsnos a las personas cuando son sorprendidas en pleno descuido.